Los expertos reales decodificaron un detalle oculto en este video de la reina Isabel II

El video de la Reina fue pregrabado para la conferencia sobre el cambio climático que tuvo lugar en el Reino Unido. El plan original había sido que la monarca estuviera en persona en el evento, como terminaron haciendo muchos otros miembros de la familia real. Pero desafortunadamente, un problema médico se interpuso en el camino.

Una semana antes de que la cumbre se llevara a cabo, el Palacio de Buckingham anunció que la Reina había estado “siguiendo el consejo de descansar” y que, como resultado de una estadía en el hospital, se quedaría en casa como una “precaución sensata”. Sin embargo, el Palacio no proporcionó más información sobre lo que había estado sufriendo.

El Palacio también dejó claro que la Reina lamentaba no poder asistir y esperaba que la conferencia saliera bien. Claramente era una apasionada por la causa de la protección del medio ambiente porque no solo se tomó el tiempo de grabar el video, sino que también hizo un discurso mucho más personal de lo habitual.

E incluso antes, se había escuchado a la Reina hablar sobre el cambio climático y su molestia con otros líderes mundiales por no actuar sobre el problema. Probablemente nunca hubiera dicho esto si hubiera sabido que la estaban grabando, pero admitió: "Es realmente irritante cuando hablan, pero no hacen".

La Reina también mencionó esto en el discurso de la COP26, pero de una manera mucho más diplomática. Ella dijo: “Durante más de 70 años, he tenido la suerte de conocer a muchos de los grandes líderes del mundo. Y tal vez he llegado a comprender un poco lo que los hacía especiales. Se ha observado en algunas ocasiones que lo que los líderes hacen por su pueblo hoy es gobierno y política. Pero lo que hacen por la gente del mañana, eso es el arte de gobernar”.

Y la difunta monarca continuó, diciendo a los asistentes: “Es la esperanza de muchos que el legado de esta cumbre, escrito en libros de historia aún por imprimir, los describa a ustedes como los líderes que no dejaron pasar la oportunidad y que respondieron el llamado de esas futuras generaciones.”

Terminó el discurso con las conmovedoras palabras: “Por supuesto, los beneficios de tales acciones no estarán allí para que todos los que estamos aquí hoy los disfrutemos: ninguno de nosotros vivirá para siempre. Pero no estamos haciendo esto por nosotros mismos, sino por nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, y por aquellos que seguirán sus pasos”.

Carlos, Camilla, Kate y William también trabajaron arduamente en la importante cumbre. Muchas personas notaron que Camilla vestía de verde cuando llegó, obviamente una alusión a los temas de la conferencia; y además, el mismo color que la entonces Reina vestía en su video. También llevaba un bolso muy similar a los Launer favoritos de la reina Isabel. ¿Estaba tratando de emular a la monarca, sabiendo que ella era, en cierto modo, su suplente?

El rey Carlos III, entonces todavía príncipe, habló durante la ceremonia para marcar el comienzo de la COP26, y no se anduvo con rodeos. Ha defendido el medio ambiente durante muchas décadas y le dijo a la audiencia que "tenemos que ponernos en lo que podría llamarse una posición de guerra" para salvar al planeta.

“Sus Excelencias, damas y caballeros, sé que muchos de sus países ya están sintiendo el impacto devastador del cambio climático, a través de sequías, deslizamientos de tierra, inundaciones, huracanes, ciclones e incendios forestales cada vez mayores”, informó Carlos a sus compañeros delegados. “Cualquier líder que haya tenido que enfrentar desafíos tan peligrosos para la vida sabe que el costo de la inacción es mucho mayor que el costo de la prevención”.

Carlos concluyó: “Por lo tanto, solo puedo instarles, como tomadores de decisiones del mundo, a encontrar formas prácticas de superar las diferencias para que todos podamos ponernos manos a la obra, juntos, para rescatar este precioso planeta y salvar el futuro amenazado de nuestros jóvenes". Y más tarde, William hizo declaraciones en la misma línea.

El Príncipe William subió al escenario con una de las competidoras del Premio Earthshot, una empresa de tecnología ecológica que él apoya. Él y la participante más joven, Vinisha Umashankar, de 15 años, que creó un dispositivo de planchado que funciona con energía solar, dieron un discurso en el segmento “Aceleración de la innovación y el despliegue de tecnologías ecológicas” de la conferencia.

El príncipe le dijo a la audiencia reunida: “Todavía estamos al comienzo de nuestro viaje juntos. Me siento honrado y orgulloso de trabajar junto a todos ustedes para lograr este objetivo”. Pero había muchas personas que no creían que William realmente estuviera haciendo eso en absoluto… personas que opinaban que ningún miembro de la familia real estaba trabajando por esta meta.

Ha habido opiniones encontradas sobre si la familia real está haciendo lo suficiente por el medio ambiente, considerando que hablan mucho sobre la importancia de que todos desempeñen su papel. Justo antes de la COP26, un grupo anti-monárquico llamado Republic incluso colocó una serie de enormes carteles acusando a William y Carlos de tener doble moral debido a su uso de aviones privados.

El director ejecutivo de Republic, Graham Smith, dijo a la revista Newsweek en octubre de 2021: “La realeza se ha subido en este carro del medio ambiente. Necesitan que les llamen la atención al respecto… Lo más importante es que son increíblemente hipócritas. Rutinariamente, a expensas de los contribuyentes, vuelan en helicóptero y jet privado, y mantienen al menos dos docenas de casas grandes que tienen calefacción y personal durante todo el año, incluso si solo van allí unas pocas veces al año”.

Pero otras personas piensan que la realeza está haciendo más que suficiente para combatir el cambio climático. Se ha documentado en muchas ocasiones que el Rey instaló paneles solares en sus hogares y adaptó su automóvil para que funcione con, entre otras cosas, vino. Y aparentemente, para llegar a la COP26 usó un avión militar que funcionaba con combustible sustentable, mientras que (según dicen) William y Kate también intentaron viajar de manera ecológica y tomaron un tren.

Algunas personas piensan que la familia real debería "devolver a su estado salvaje" los extensos jardines que poseen y convertirlos en hábitats para plantas y animales. El experto en vida silvestre de la televisión británica Chris Packham le dijo a World at One de BBC Radio 4 en octubre de 2021: “El príncipe Carlos ha estado hablando en nombre del medio ambiente toda mi vida, y crecí viendo esto con buenos ojos. Sin embargo, creo que en este punto necesitamos una acción más grande y significativa”.

“Los miembros de la familia real son celebridades mundiales, tienen un gran alcance y una gran influencia”, agregó Packham. “Creo que en este punto, aunque han estado hablando durante algún tiempo, y lo hemos escuchado atentamente y lo hemos recibido con agrado, en este punto necesitamos una demostración real de alguna acción”.

Teniendo eso en cuenta, es interesante resaltar una de las otras cosas que la difunta Reina mencionó en su discurso de la COP26. Habló específicamente sobre su difunto esposo, el príncipe Felipe, quien falleció en la primavera de 2021, a los 99 años, y el trabajo que había realizado para combatir el cambio climático.

La Reina dijo que hablar en la COP26 era “un deber que estoy especialmente feliz de cumplir, ya que el impacto del medio ambiente en el progreso humano era un tema cercano al corazón de mi querido difunto esposo, el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo”. Incluso usó un fragmento de un discurso que el Príncipe Felipe había dado una vez sobre la contaminación climática.

En 1969, relató la Reina, Felipe le había dicho a un grupo de académicos: “Si la situación de la contaminación mundial no es crítica en este momento, es tan cierto como cualquier cosa puede serlo que la situación se volverá cada vez más intolerable dentro de muy poco tiempo… Si no logramos hacer frente a este desafío, todos los demás problemas se volverán insignificantes”.

La monarca comparó a Felipe con su hijo y su nieto que estuvieron en la COP26 y dijo: “Es un motivo de gran orgullo para mí que el papel de liderazgo que desempeñó mi esposo para alentar a las personas a proteger nuestro frágil planeta perdure a través del trabajo de nuestro hijo mayor, Carlos, y su hijo mayor, William. No podría estar más orgullosa de ellos”.

Y el discurso no fue la única forma en que la difunta Reina rindió homenaje al Príncipe Felipe. Los espectadores más observadores notaron algunos detalles en la configuración de la pantalla. Primero, estaba sentada cerca de una gran foto de su difunto esposo. La imagen lo mostraba en el tipo exacto de lugar que los asistentes a la COP26 luchaban por preservar: un hábitat de mariposas monarca en México.

Y lo que la Reina llevaba puesto era aún más importante… si sabías lo que estabas buscando. Iba vestida de verde, la opción obvia para una aparición en una convención ambiental. Pero lo más interesante era su broche. Tenía la forma de una mariposa, a juego con la foto de Felipe… y también era un regalo conectado con el propio Felipe.

El broche, elaborado con diamantes y rubíes, fue entregado a la Reina con motivo de su matrimonio con el Príncipe Felipe. Fue un regalo de la condesa de Onslow, una amiga suya, por lo que a menudo se le llama “El Broche de Mariposa de Onslow”. Y era un claro homenaje de la Reina a su amado esposo.

Esta tampoco era la primera vez que la reina Isabel II expresaba sus sentimientos a través de su elección de broche. Por ejemplo, una de las piezas que a veces usaba era una creación llamada “el Broche del Nudo del Amor Verdadero”, que pertenecía a su abuela, la reina María. La reina lo usó tanto para la boda del príncipe William como para la boda de la princesa Margarita, y el significado era obvio.

En el pasado, los broches de la Reina se usaban por motivos diplomáticos. Cuando visitaba un país, le gustaba llevar un broche asociado a él. Por ejemplo, el broche de hoja de arce: se lo regaló a Isabel su padre en un viaje a Canadá, y ella lo usó en ocasiones relacionadas con esa nación por el resto de su vida.

El discurso en la COP26 no fue el único discurso conmovedor que la reina Isabel dio ese año sobre la aplastante pérdida del príncipe Felipe. Su discurso tradicional del día de Navidad en diciembre de 2021 fue todo sobre él y, una vez más, mencionó su amor por el medio ambiente. Y la Reina también usó un broche significativo para esa ocasión.

La reina Isabel comenzó su discurso del día de Navidad con una declaración personal. Con una foto de ella y Felipe a su lado, dijo: “Aunque es un momento de gran felicidad y buen ánimo para muchos, la Navidad puede ser difícil para aquellos que han perdido a sus seres queridos. Este año, especialmente, entiendo por qué”.

La Reina continuó: “Pero para mí, en los meses transcurridos desde la muerte de mi amado Felipe, he encontrado un gran consuelo en la calidez y el afecto de los muchos tributos a su vida y obra, de todo el país, la Commonwealth y el mundo. Su sentido del servicio, curiosidad intelectual y capacidad de exprimir la diversión de cualquier situación eran incontenibles”.

“También fue uno de los que primero abogó por tomar en serio nuestra administración del medio ambiente”, agregó la Reina. “Y me enorgullece más allá de las palabras que su trabajo pionero haya sido asumido y magnificado por nuestro hijo mayor, Carlos, y su hijo mayor, William, admirablemente apoyados por Camilla y Catherine, más recientemente en la cumbre sobre el cambio climático de la COP en Glasgow”.

En cuanto al broche que la Reina usó para el discurso del día de Navidad, la experta real Ingrid Seward, editora en jefe de la revista Majesty, explicó su significado al periódico Daily Express. Afirmó que la monarca tenía su broche en lo que parecía ser el lado “equivocado”, en honor a Felipe.

“Cuando alguien ha muerto y tienes conexiones con el ejército, cambian el lado en que se usan las medallas”, dijo Seward al periódico. “Así que cambió el lado de su broche, que también fue otro tributo muy conmovedor [a Felipe]”. Y estaba además la historia del broche en sí.

El broche de zafiro en realidad no fue un regalo de Felipe, se lo dieron antes de casarse con él, al botar un barco llamado The British Princess, pero todavía está estrechamente asociado con él. Eso es porque la reina Isabel lo usó en su luna de miel y también en sus aniversarios de bodas de 2007 y 2017.

La reina Isabel terminó su discurso de Navidad con una nota de esperanza. Ella dijo: “Y para mí y mi familia, aunque falte una risa familiar este año, habrá alegría en la Navidad, ya que tenemos la oportunidad de recordar y ver de nuevo la maravilla de la temporada festiva a través de los ojos de nuestros niños, de los cuales estamos encantados de dar la bienvenida a cuatro más este año”.

También se hizo referencia a estos niños pequeños, y a los niños en general, cuando el rey Carlos escribió un artículo sobre el cambio climático para Newsweek en enero de 2022. Dijo que en la conferencia COP26 “el enfoque apareció, como debería ser, en el impacto de la inacción para nuestros hijos, nietos y generaciones futuras”.

Y, como había hecho su madre en su propio discurso, mencionó el trabajo del Príncipe Felipe por el medio ambiente. Carlos dijo: “Hace sesenta años, mi difunto padre identificó el daño que la humanidad estaba infligiendo al planeta y ayudó a fundar el Fondo Mundial para la Naturaleza. Una década más tarde, cuando hablé públicamente por primera vez sobre el medio ambiente, muchos se preguntaron si mi sentido de urgencia estaba fuera de lugar”.

Carlos agregó: “Como padre, estoy orgulloso de que mis hijos hayan reconocido esta amenaza. Más recientemente, mi hijo mayor, William, lanzó el prestigioso Premio Earthshot para incentivar el cambio y ayudar a reparar nuestro planeta durante los próximos diez años identificando e invirtiendo en las tecnologías que pueden marcar la diferencia. Y mi hijo menor, Harry, ha recalcado apasionadamente el impacto del cambio climático, especialmente en relación con África, y se ha comprometido a que su organización benéfica tenga un costo energético neto nulo”.

Carlos concluyó su artículo diciendo: “Los ojos de nuestros hijos y nietos nos están juzgando. Que la nuestra sea la generación que pueda. Y que haga. Mientras iniciamos un nuevo año, no hay un momento que perder”. Y solo porque Kate no pronunció un discurso ni escribió un ensayo, esto no le impidió enviar su propio mensaje. Bueno, eso es lo que piensan los fanáticos, a juzgar por la elección de su atuendo.

Cuando Kate hizo su aparición en la recepción de la COP26, vestía un color que Diana había usado a menudo: azul real, ¡con énfasis en la parte "real", por supuesto! De hecho, Diana había usado un atuendo muy similar al de Kate durante un compromiso con su hermana en 1992. Además, se veía genial con él.

Cuando Diana iba de un lado para otro, quería que la atención se centrara en las personas a las que ayudaba, en lugar de en lo que vestía. Eleri Lynn, curadora de una exhibición de moda de Diana, le dijo a Vogue Italia en 2017: "Tras la separación del Príncipe de Gales, dijo que no quería ser conocida como un tendedero sino como una bestia de carga".

La curadora continuó: “Ella fue muy activa en la creación de su imagen y usó la moda para transmitir mensajes, para comunicar y la usó para hacer el trabajo en cuestión”. Y el famoso diseñador Jasper Conran también le dijo a la revista: "Cada vez que la princesa hablaba conmigo sobre su ropa, parte de eso siempre era: '¿Qué mensaje daré si me pongo esto?'. Para ella, eso se convirtió en el verdadero lenguaje de la ropa”. Kate parece estar siguiendo los pasos de su suegra.

La gente piensa que Kate estaba haciendo exactamente lo mismo en la recepción de la COP26. La estilista Rochelle White le dijo a la revista Femail del periódico Daily Mail en ese momento: "Siento que Kate ha optado por este look para que el enfoque no esté necesariamente en ella y su atuendo, sino más bien en el evento". Y ciertamente hubo mucha controversia en torno a la cumbre climática.

La realeza recibió muchos elogios por lo que realmente dijeron e hicieron en la conferencia. Durante su día con los Scouts, Kate y William ayudaron a devolver un pedazo de tierra en Alexandra Park en Glasgow a la naturaleza, además probaron algunas hamburguesas vegetarianas e intentaron reparar bicicletas.

El voluntario Eddie O'Rourke dijo en el sitio web oficial de los Scouts del Noreste de Inglaterra que Kate y William fueron "una verdadera inspiración para todos los Scouts que están trabajando arduamente para hacer cambios que protejan al planeta. Es genial ver al duque y la duquesa trabajar con nuestros jóvenes”. Continuó observando que sus esfuerzos ayudaron a demostrar que todos pueden hacer su parte en la batalla contra el calentamiento global y que cada pequeño esfuerzo puede marcar la diferencia.

Mientras tanto, el sitio web Royal Central señaló: “Nadie espera que ninguno de los Windsor comience a criticar a los líderes mundiales mientras conversan en recepciones o escuchan discursos. Pero el hecho de que se haya escuchado a la monarca y sus dos herederos directos expresando sus propios puntos de vista... muestra que, al menos en esta área, la actitud real hacia lo que cuenta como intervención está cambiando".

Y justo después de la COP26, la corresponsal real Rhiannon Mills escribió en el sitio web de la emisora ​​Sky News: “Es fácil ser cínico sobre el poder blando; el objetivo principal es que sea sútil, pero esta ha sido una de esas semanas en las que se nos proporcionó una gran cantidad de imágenes para ilustrarlo”.

Ella continuó: "Lo que encontré más interesante esta semana es la convicción con la que la realeza ha dado sus mensajes... No puedes dudar de su determinación constante de usar su posición para asegurarse de que el mundo se despierte y actúe ahora". Y uno de los mensajes de Kate fue transmitido a través de su guardarropa.

El vestido azul rey de la duquesa de Cambridge se hizo pensando en el medio ambiente. Lo hizo a medida con una marca de moda londinense llamada Eponine, que se dedica a crear piezas con fabricantes de telas y materiales reciclables de origen local. Su sitio web oficial detalla cómo se crea la ropa.

El sitio afirma: “Nuestras colecciones están hechas con lana de las mejores fábricas británicas, estampados digitales diseñados en nuestro estudio, telas de cera de África y telas bordadas a mano de todo el mundo. Siempre que sea posible, esta tela es vintage, ya que creemos que las cosas hermosas deben reciclarse en lugar de olvidarse. También nos enorgullecemos de apoyar las artesanías de varias comunidades talentosas en todo el mundo”.

La marca Eponine ha sido durante mucho tiempo una de las favoritas de Kate, y ella parece usar sus creaciones especialmente para eventos importantes cuando el enfoque es el trabajo, no la moda. Por ejemplo, usó un vestido verde de Eponine en 2019 cuando visitó una escuela primaria para la Semana de la Salud Mental Infantil.

Kate también se aseguró de que su atuendo para el evento de los niños exploradores en la COP26 fuera ecológico. La chaqueta de plástico reciclado que obtuvo de Ganni no era barata, te costaría a ti o a mí al menos $310, pero nuevamente, la compañía que la hizo está muy dedicada a la moda sostenible.

El fundador de Ganni, Nicolaj Reffstrup, dijo al sitio web A Good Company en 2021: “Me he dado cuenta de que permanecer en la industria [de la moda] y trabajar para ser más responsable es mejor que la alternativa de optar por no hacer nada. La moda no va a desaparecer. Necesitamos resolver los problemas que enfrentamos a través del crecimiento y la innovación”.

Cuando se le preguntó cuál era su visión para el futuro de su marca, Reffstrup dijo: "La ambición siempre ha sido convertirnos algún día en una marca de moda verdaderamente sostenible y el sueño sigue siendo que, en última instancia, esto no nos diferencie de otras marcas de moda". Puedes ver por qué Kate eligió un atuendo de Ganni para la COP26, y, además, muchos pensaron que se veía fantástica con la ropa para actividades al aire libre.

Pero, ¿y el otro atuendo de la COP26, el más “profesional”? Algunos pensaron que el vestido azul de Kate era aburrido... pero aburrido a propósito. El periódico New Zealand Herald dijo después de la COP26: “En lugar de llamar la atención sobre sí misma con un vestido llamativo o recurrir a cualquiera de las numerosas y emocionantes marcas británicas que matarían por vestirla, optó por el equivalente en moda de NyQuil. ”

El artículo continuó: “Si ella hubiera aparecido con algo colorido o interesante, cualquier cosa en realidad que les hubiera dado a los escritores de moda del mundo incluso la más simple de las cosas para cubrir, eso habría restado valor al evento principal aquí, es decir, abordar el cambio climático." En otras palabras, Kate no quería que el centro de atención fuera ella.

Sin embargo, una cosa que los medios notaron fue que el vestido de Kate era de la temporada de moda de 2020 en lugar de 2021. Es posible que lo haya comprado para un evento diferente, uno que tuvo que cancelarse debido a la pandemia de 2020, y decidió usarlo para la convención sobre el cambio climático. Y eso solo puede ser algo bueno.

Muchas personas están tratando de vestirse de manera más sostenible, ahora que se sabe el gran impacto perjudicial que tiene la industria de la moda en el medio ambiente. Según el sitio web Fashion Beans, cada año una cantidad colosal de prendas terminan en vertederos y, como si eso no fuera suficiente, el agua se contamina constantemente con tintes y blanqueadores para ropa.

Una de las formas en que podemos reducir este desperdicio es simplemente, bueno, preocupándonos un poco menos por estar siempre a la última moda. Los diseñadores de moda sustentable esperan que los clientes comiencen a comprar ropa con la intención de conservarla durante años, si no décadas, y modificarla o reciclarla si pasa de moda.

¿Y adivina quién fue una campeona absoluto en esto? Sí, Diana. A lo largo de su vida real, recicló sus atuendos constantemente. Por ejemplo, una vez se la vio con un vestido bastante recargado con pliegues en la cintura en un viaje en los años 80. Una década después, una vez que ese estilo pasó de moda, se la vio usando solo la parte superior del vestido, con una falda de otro color y más elegante.

Y a veces simplemente se volvía a poner un vestido sin tener en cuenta lo que pudieran pensar los medios. En 1986 usó otro de lunares —claramente a Diana le gustaban mucho los lunares— durante un importante viaje a Japón. Apenas un mes después, usó exactamente el mismo atuendo para la ceremonia anual Trooping the Colour.

Y ahora parece que Kate también podría estar emulando a su difunta suegra de esta manera. Ha reciclado cada vez más en los últimos años. Por ejemplo, su ropa de maternidad: en 2014, mientras estaba embarazada de la princesa Carlota, Kate debutó con un vestido de encaje de Diane von Furstenberg. Luego, mientras estaba embarazada del príncipe Luis tres años después, lo volvió a usar.

Es bien sabido que Kate también recicla algunas de sus piezas más "básicas". Algunos de sus abrigos han tenido múltiples apariciones a lo largo de los años. Le gusta tanto un abrigo azul de Alexander McQueen que lo usó dos veces en el año 2014 antes de darle una tercera salida en 2016 y una cuarta en 2019. Con suerte, todavía lo tiene en un guardarropa en algún lugar, listo para ser usado nuevamente.

Es importante verla haciendo esto, porque la duquesa de Cambridge tiene un gran impacto en las tendencias de la moda en todo el mundo. El “Efecto Kate Middleton” es tan poderoso que cada vez que se la fotografía con un vestido, a menudo se agota de inmediato. Así que si la realeza se mueve hacia la moda sostenible, muchos otros los seguirán.

En general, la realeza envió algunos mensajes importantes durante la COP26, y sus elecciones de ropa fueron una gran parte de eso. Nunca subestimes la importancia de usar la moda para transmitir fácilmente una declaración.