Imágenes inéditas del Titanic ofrecen al mundo una espeluznante visión del naufragio

Aparecen formas que te resultan cada vez más familiares: desde una barandilla hasta un robusto pilar. Ahora es un armatoste oxidado. Cuesta creer que se presentara como una gran obra marítima. Pero incluso la construcción más formidable no es inmune a los estragos de la naturaleza. Para muchos, el Titanic es sin duda el máximo ejemplo de cómo algo poderoso puede caer, a pesar de todas las expectativas.

El RMS -o Royal Mail Ship- Titanic tuvo la oportunidad de brillar. La lujosa embarcación, que salió de Southampton, se dirigía a Nueva York, con escalas en Francia e Irlanda. Originalmente había viajado a Southampton desde la Isla Esmeralda. Belfast es el lugar donde se construyó el buque de la White Star Line. En realidad, se dirigía a Queenstown, actual Cobh, en el condado de Cork, antes de su destino final.

Sin duda ya sabe que el Titanic chocó contra un iceberg, pero ¿cuáles fueron los detalles? La maravilla natural convertida en fuerza destructiva fue avistada cerca de la medianoche del 14 de abril de 1912. No fue inesperado. La tripulación tuvo tiempo de darse la vuelta. La historia cuenta que, aunque la nave no chocó de frente, "pareció rozar la ladera del iceberg, esparciendo fragmentos de hielo por la cubierta de proa".

El océano Atlántico Norte que arrastró tanto al Titanic como al iceberg tenía preparada una desagradable sorpresa. Aunque parecía que el barco había sobrevivido por los pelos, estaba rebanado por la parte inferior. El casco sufrió una herida mortal y, según los informes, unos 90 metros de profundidad se llenaron de agua. Hubo que evacuar el barco. Tres horas más tarde, el océano se llevó el Titanic frente a las costas de Terranova.

El barco se partió en dos. Aproximadamente 1.500 personas perdieron la vida y 706 sobrevivieron. A medida que el mundo asimilaba la tragedia, se pusieron de relieve otros detalles que contribuyeron al desastre. Cuando el Titanic entró en contacto con el iceberg y empezó a hundirse, el agua traspasó las paredes e inundó el barco. Al parecer, tampoco había suficientes botes salvavidas para el número de pasajeros.

Otro buque de la White Star Line que tuvo un destino dramático fue el HMHS - His Majesty's Hospital Ship - Britannic. Era un buque gemelo del Titanic, y duró de 1914 hasta 1916, cuando una mina alemana lo dejó fuera de combate. La compañía le había cambiado el nombre original, "Gigantic", y le había hecho otras modificaciones después del Titanic. Al hundirse en el fondo del mar Egeo, murieron 30 personas.

Una década más tarde, otro equipo descubrió al hermano mayor del Britannic. El 1 de septiembre de 1885, el oficial de la marina estadounidense Robert Ballard y el oceanógrafo francés Jean-Louis Michel localizaron los restos del Titanic, que yacía a una profundidad aproximada de 3650 metros en el Atlántico Norte. Los humanos no podían sumergirse allí y tuvo que pasar un tiempo para desarrollar la tecnología que permitiera explorar adecuadamente el barco.

También estuvieron presentes los científicos Jean Jarry y Bernard Pillaud, según mencionó Ballard durante una entrevista a la revista Naval History Magazine. Esta misión fue un esfuerzo conjunto de las autoridades estadounidenses y francesas. La Institución Oceanográfica Woods Hole se asoció con el IFREMER para el proyecto. Ballard describió cómo Michel golpeó la mesa con el puño al saber que no había encontrado el lugar donde descansaba el Titanic por 300 metros.

Descubrir el RMS Titanic era una cosa. Bajar a inspeccionarlo era otra. Ballard y compañía no volvieron a visitarlo hasta 1986. Habían soportado nueve meses de suspense hasta que llegó el momento de sumergirse en el Atlántico Norte. Esta vez, subiría al interior de un sumergible y se acercaría. Tres hombres en representación de la WHOI se embarcarían en este viaje, la primera vez que alguien se acercaba al Titanic en 75 años.

El submarino se llamaba Alvin que había empezado a desarrollar el vehículo a presión en los años cincuenta. Acompañado por dos pilotos llamados Ralph Hollis y Dudley Foster, Ballard y la organización realizarían un total de 11 viajes para observar la poderosa nave. Pero también había otro miembro del equipo: "Jason Jr.", que cambió las reglas del juego en la exploración submarina. El nuevo era ROV, o vehículo operado por control remoto.

La WHOI explica lo ocurrido en 1986. Los vehículos estaban equipados con cámaras de vídeo y había dos factores detrás del viaje: "captar el estado del Titanic y demostrar la tecnología en evolución de la "telepresencia", que se espera elimine la necesidad de rescatar los restos del naufragio". En una entrevista para el fideicomiso Nautilus Live, Dana Yoerger, científico y miembro del equipo de WHOI, habló del escepticismo al que se enfrentó.

Fue un periodo de primeras veces para WHOI. Probar la tecnología era crucial, pero no se podían ignorar otros aspectos. Por fin, el Titanic y sus secretos se revelaban a un mundo fascinado que durante mucho tiempo consideró perdido. En 1985, los científicos confiaron en un vehículo llamado Argo para capturar imágenes. Dichas imágenes del trineo cargado con una cámara y un sonar no tenían precio, pero ahora se necesitaba profundizar más.

Las nuevas imágenes proceden de la inmersión con Alvin y Jason Jr. Según Popular Science, los vehículos utilizaban lámparas de cuarzo que tenían un alcance de unos 15 metros. Por tanto, Ballard y el grupo podrían ver bastantes detalles, pero nada de lo que querían. No había ninguna garantía de que la operación se desarrollara sin contratiempos, ya que podían surgir problemas por la difícil combinación de tecnología y agua salada presurizada.

Las comunicaciones entre el Alvin y su pequeño robot compañero Jason Jr. se realizarían mediante fibra óptica. "Nadie había operado con éxito un ROV en aguas muy profundas, ni utilizado antes un sistema de cable de fibra óptica como éste en las profundidades marinas", escribe WHOI. Popular Science también hizo referencia a la posibilidad de que las correas de sujeción del submarino se enganchen en algún obstáculo.

Estas imágenes inéditas se han hecho públicas coincidiendo con un aniversario especial. No de carácter científico, sino una celebración con sabor a Hollywood. La película Titanic, de James Cameron, cumple un cuarto de siglo en 2023. Admirador de las aventuras de Ballard, él mismo filmó imágenes del naufragio. De hecho, Cameron descendió 12 veces al Atlántico Norte. Para él, la película era la oportunidad perfecta para acercarse a los restos del naufragio.

La hora y media de material abre con una escena que no se parece en nada a un planeta alienígena. Alvin graba en blanco y negro, lo que aumenta la sensación de lejanía. WHOI se encarga de describir lo que se está viendo. Las imágenes muestran la sección de proa del Titanic, todavía relativamente sólida en las profundidades,. Ballard y su equipo descubrieron previamente que el barco se había partido por la mitad.

Una parte identificable del barco es un pasamanos. Flotando sobre los restos del naufragio, el espectador se hace una idea del tamaño y la escala del Titanic. La cubierta en esta sección sigue intacta, y hay un montón de formas metálicas robustas que muestran que el transatlántico no ha sucumbido demasiado al Atlántico Norte. El metraje alterna entre el blanco y negro y el color.

Ver las tomas de Alvin y Jason Jr. no es la mejor experiencia dado que se trata de la primera misión de este último. Una vez calmado, y avanza sobre el borde del casco, se puede ver lo que el tiempo ha hecho al RMS Titanic. La superficie está desgastada, y parece que se está derritiendo. Jason Jr. resultó crucial para acceder al interior, donde la expedición tenía reservadas unas vistas fascinantes.

Gran parte de lo que quedó del Titanic era una combinación de lo ordinario y lo extraordinario. Por ejemplo, este espacio llamativo, que parece una escotilla. Aunque el marco de la escotilla es reconocible, ahora está bordeado por lo que parecen ser crecimientos submarinos. Además, es evidente que el metal está amenazado en el agua, pero se mantienen los detalles identificativos. La palabra "London" sigue siendo claramente visible.

El metraje de 1986 se caracteriza por escombros, miles de partículas en el agua y, por supuesto, burbujas mientras Jason Jr. explora. La electricidad a bordo de los barcos llegaba a través de la energía de vapor, y todo dependía de ella, desde las luces hasta los ascensores. Según el sitio web de Emma Cruises, había unas 10.000 bombillas en el buque. Los generadores garantizaban que todo funcionara en caso de problemas técnicos.

El momento más extraño de esta inmersión es cuando la cámara pasa por encima de lo que parecen ser dos cabrestantes. Se trata de cubos giratorios utilizados para ayudar a los marineros a izar enormes cantidades de cuerda. En cuanto a la vida marina, el Titanic alberga 24 especies, desde corales hasta cangrejos. Al no tener otro uso, el barco se convirtió en un próspero arrecife, como señala el gobierno canadiense.

Los restos de los pasajeros eran evidentes para la tripulación. Ballard no vio esqueletos, pero sí un gran número de zapatos. Popular Science comenta que entre los restos del naufragio había un calzado similar a una lápida. El jefe del equipo mencionó los zapatos de una madre y su bebé. Puede que el entorno del Alvin estuviera presurizado, pero de un submarino también puede estar bajo presión, tanto físico como emocional.

Ballard habló de la necesidad de llegar a la superficie. Antes, él y la tripulación observaron los ojos de buey del Titanic. En declaraciones a Associated Press, Ballard describió la visión como "inquietante". Tenía la impresión de ver almas mirándole a través del cristal. Se alegró del aire fresco una vez que el vehículo salió a la superficie. "Dije: Voy a salir y a recomponerme y todos los demás me siguieron", continuó.

Ballard se refiere al impresionante espectáculo del casco, que se elevaba más de 30 metros. Estaba conmovido, no sólo a nivel científico, sino también humano. Como mencionó a Associated Press, trabajaba para la inteligencia naval, y su trabajo principal era la seguridad nacional más que la arqueología marítima. Lo supiera o no, su trabajo inspiraría a generaciones de entusiastas en el futuro.

Mientras contemplaba el cementerio submarino, Ballard comparó el escenario con un lugar de recuerdo en tiempos de guerra, Gettysburg. El hallazgo del Titanic dio cuerpo a la historia para quienes temían que se desvaneciera, por no hablar de que atrajo la atención de la prensa y del público. La tripulación, incluido el pequeño Jason Jr., permitió resucitar el pasado, dando lugar a la galardonada epopeya de Cameron.

El hallazgo y exploración del Titanic a mediados de los 80 marcaron un hito. Citado por Popular Science, Andrew Bowen, de WHOI, comentó que "a pesar de los avances tecnológicos, aún nos queda muchísimo por aprender". Los robots pueden ayudar a descubrir estas joyas. Jason Jr. aportó información en la construcción de Jason, un hermano mayor que tres años después se puso a trabajar en entornos arqueológicos de aguas profundas.

Un factor clave en la localización del Titanic fue el tiempo. Si hubieran transcurrido otras décadas antes de encontrar el barco, los resultados podrían haber sido muy diferentes. El buque fue tildado de "insumergible", pero al hundirse corría un riesgo mayor. La exploración de Ballard fue bien acogida por los biólogos, que empezaron a hacerse una idea de las criaturas que tenían su hogar.

Las imágenes de los años 80, más la documentación y la película de James Cameron conservan el Titanic en una cápsula del tiempo. Pero, ¿cuál es el estado de los restos del naufragio? Los informes de 2021 revelan que sólo faltan décadas para que ocurra lo inevitable. Las bacterias han convertido la inmensa nave en una comida de varios platos. CBS News menciona OceanGate Expeditions, dirigida por el ex ingeniero aeroespacial Stockton Rush.

OceanGate Expeditions se describe como empresa de turismo de alta mar que ofrece visitas a clientes aventureros. CBS News escribió que el Titanic está siendo "maltratado por corrientes de aguas profundas y bacterias que consumen cientos de kilos de hierro diarios". La posibilidad de que el transatlántico deje de existir es una especulación, pero posible. En 2019, se descubrió que la bañera utilizada por el capitán Edward Smith desapareció.

Grandes elementos, como el gimnasio del Titanic, se han derrumbado. OceanGate se ve al frente de una misión de rescate contra los elementos. No pueden salvar el barco, pero pueden asegurarse de que la gente sepa cómo era durante sus últimos años. Escribiendo para Elite Traveler en 2019, Rush explicó su modus operandi detrás del exterior del negocio. Para él, está abriendo el área de exploración de aguas profundas.

Se podría considerar que esta última tripulación que explora el Titanic continúa el espíritu de Robert Ballard y el equipo del WHOI. Esta organización ha colaborado con Rush en sus expediciones. Según informa el Cape Cod Times, WHOI colaboró en la captura de imágenes. A continuación se iba a crear un modelo fotográfico en 3D, otra forma de examinar el pecio en un contexto moderno.

Cameron ha declarado que quería hacer la película para tener acceso al artículo auténtico. Inspirado por las imágenes IMAX del Titanic, quiso sumergirse en su ciencia. Antes de convertirse en director, estudió física en la Universidad Estatal de California. Después de planear una superproducción romántica de la vieja escuela con un barco inmaculadamente recreado como telón de fondo, Cameron se enfrentó al enorme reto de terminarla.

El rodaje duró ocho meses, entre 1996 y 1997. La prensa no tardó en darse cuenta de que no todo iba bien. "Creo que los medios se habían hecho a la idea de que la película iba a ser un completo fracaso, que iba a ser otra Waterworld", cuenta Cameron a The Hollywood Reporter. Waterworld era una aventura de acción y ciencia ficción ambientada en los océanos y protagonizada por Kevin Costner.

Cameron no se anda con medias tintas y construyó el barco para que los actores pudieran colgarse de él una vez que la poderosa nave se partiera en dos. La pareja central de Rose y Jack eran personajes de ficción, pero otros no. Por ejemplo, Kathy Bates interpretó a Margaret Brown, alias "La insumergible" Molly Brown. En 1964 se estrenó una película sobre su experiencia, protagonizada por Debbie Reynolds.

A pesar de un grado de escepticismo, acabó ganando los Oscar. Como Mejor Director, Cameron se emocionó lo suficiente como para abandonar cualquier planteamiento científico y pronunciar las inmortales palabras "¡Rey del mundo!" mientras agarraba su merecido trofeo. Nominada a 14 premios de la Academia, Titanic ganó once. Superó las expectativas y entró en la leyenda como probablemente la última gran epopeya de Hollywood del siglo XX.

En 2003, el galardonado director estrenó el documental Fantasmas del abismo, en el que se adentraba en el Atlántico Norte. Bill Paxton se unió a la aventura y formaron equipo. Con el objetivo de captar el Titanic con un detalle sin igual, Cameron fue testigo de lo que hicieron Robert Ballard y su tripulación, en los años 80. La exploración se realizó con la ayuda de ROV.

Parte del documental consistió en aplicar imágenes generadas por ordenador a lo que Cameron y la tripulación veían en su sumergible. Aparte de ser un capítulo terrible, hay una industria en torno al barco. El merchandising mantiene vivo el recuerdo. No siempre se hace con buen gusto. Pero la experiencia Titanic Belfast, en Irlanda del Norte, ofrece a visitantes una visión en profundidad del barco y del destino que corrió.

La historia del Titanic traspasó hace algún tiempo la esfera de los videojuegos,. En 2012, una empresa llamada Vintage Digital Revival anunció el lanzamiento de Titanic: Honor and Glory. Sí, está diseñado como un juego, pero los productores tienen intenciones más honorables,. La idea general es recrear totalmente el barco en forma digital. Pero en el momento de escribir este artículo, aún no se ha estrenado.